Ir en el coche y pensar en cosas que me gustarían que ocurriesen, pero se que no ocurrirán.
Se que no estaré entre tus brazos y que no te veré esa sonrisa, salvo las veces que cruce el mar y me trague unos cuantos kilómetros de carretera, y haga un viaje solo para verte a ti, saludarte y tenerte sonriente de frente.
Después de un viaje y haberte tenido un minuto a mi lado, vuelvo a casa feliz y con una sonrisa enorme, aunque esa felicidad se acabe en un par de semanas, me encanta el recuerdo tan grandioso que me llevo.
Con todo esto, GRACIAS.
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