Yo amanecía en tu cama, miraba a mi lado y ahí estabas durmiendo de tal forma que parecías un ángel... Yo me acercaba a ti y me apoyaba en tu pecho y me relajaba al son de tus latidos y tu respiración.
Me duele cuando esa imagen desaparece como una nube de polvo, y en ese momento maldigo al destino...