Fue aquel momento, mientras caminaba cuesta arriba
le encontré de casualidad y le saludé.
Se iba, no tenía más que hacer... y le acompañé.
Estaba ... cariñoso, no le recordaba así...
De pronto acarició mis manos, y me miró a los ojos...
Lo hago por ti, para que tú te emociones. Lo hago para ti, para que estés más contento. Que yo sin ti soy como verso sin rima y pasión, que yo no soy quien soy si no estás tú. QUE YO SIN TI NO SERÍA UN CREADOR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.